
Vamos directamente al grano. Robert indica que hay que tomar un trozo de madera dura de más o menos 20 por 15 cm; después se labra en forma de corcho de sidra. Se la clava con un pequeño gancho de acero, se ata a un tensor vegetal o pequeña soga de aproximadamente 5 mm, y se hinca invertido a una profundidad aproximada de 60 cm. Se compacta sin echarle agua en pequeñas capas de tierra y se habrá obtenido un anclaje ideal.
Lo probé en mi casa con mis dos hijos y yo tirando simultáneamente de la cuerda y no pude moverlo un milímetro.
Estos pequeños detalles lo ensalzan. Solo me pide que lo publique, espero que alguna vez le sirva a algún lector.