La Crítica Constructiva

No se Puede «Alargar» un Ladrillo
“La Arquitectura no puede ser entendida parcialmente como una relación abstracta entre formas, dimensiones y proporciones, necesitando de los materiales de construcción como elemento simbiótico para que se pueda originar la Arquitectura”.
Rafael Moneo. Tectónica Nº 12
De la idea anterior de Don Rafael Moneo, surge que “construir” implique “haber hecho indisoluble e inevitable la conjunción entre la idea abstracta que dio origen a un edificio y el uso de los materiales de construcción que proporciona la abstracción”. Se desprende de lo anterior, del concepto del arquitecto Moneo, el recurso a las claves vitruvianas: Firmitas, utilitas y venustas; recurso histórico donde se enlazan en el tiempo los planteamientos pitagóricos, platónicos y sus expresiones numéricas, las cuales dan lugar, posteriormente, a los pensamientos neo-pitagóricos y neo-platónicos a través de la Divina Proporción y todas las formas de expresión artística: la razón, el número y la palabra, referente obligado en cualquier discurso arquitectónico: Función, belleza y solidez.
Paul Valery, en el año 1921, recibe un encargo de la revista Architecture para redactar un escrito, el cual luego, toma la forma de un libro titulado Eupalinos o el Arquitecto. Allí, mediante un dialogo socrático y con gran rotundidad, se reafirma en el tercer principio vitruviano como aglutinador indispensable de los dos primeros: “Es pues razonable pensar que las creaciones del hombre son hechas, bien en vista de su cuerpo, y éste es el principio llamado utilidad, bien en vista de su alma, y esto es lo que busca bajo el nombre de belleza. Más por otra parte el que construye o crea, obligado a haberse con el resto del mundo y el movimiento de la naturaleza, que tienden perpetuamente a disolver, a corromper o a derribar lo que hace, debe reconocer un tercer principio que intenta comunicar a sus obras, y que expresa la resistencia que él quiere que a su destino de perecer se oponga. Busca pues la solidez o la duración… sólo la arquitectura los exige y lleva al punto culminante”.
Este es el principio de la construcción, de la arquitectura construida, a partir del cual “La forma surge de un sistema de construcción”, voluntad de expresión que adquiere Louis Kahn a través del arquitecto Paul Cret, y del racionalismo francés, el cual, a principio del siglo XX, se instala en Filadelfia, EEUU, estableciendo una corriente europea con base de construcción académica. De la relación entre las partes y el todo del edificio construido devienen los conceptos de lo material o cognoscitivo y de lo espiritual o no cognoscitivo: las ideas proyectuales envueltas de razón y espíritu que resultan inconcretas, encuentran su concreción en la expresión gráfica y constructiva, por el cual “la arquitectura no es solo una determinada cantidad de resultados acabados y construidos, sino un proceso estratificado de desarrollo a un nivel superior”.
De los aspectos teóricos basados en los principios inherentes al hecho proyectual, resulta evidente la obviedad en el cumplimiento de tales principios, si se entiende a lo construido como “parte inseparable de la Arquitectura construida”.
Sin querer entrar en el ámbito compositivo, los episodios relatados son meramente ilustrativos de una situación que se da con cierta frecuencia: En una entrevista realizada a Mies Van Der Rohe que llevaba como título ”El ingenioso ladrillo”, se le atribuye la siguiente respuesta que tiene lugar durante el proceso constructivo de un muro de ladrillo, al cual la tolerancias dimensionales, no lo deberían validar en cuanto a su recepción en obra y que le impedían ejecutar las más elementales leyes de la traba: “¿Dividiremos los tizones, romperemos los tizones y los alargamos un poco?, ¿ … algunas veces el aspecto visual es más importante que el aspecto constructivo?…”
Señores, no se puede “alargar” un ladrillo en el plano en función de la belleza. Esa mentira se revela, rápidamente, entre los ornamentos de la obra.
Por Gustavo Di Costa (*)
(*) Arquitecto. Docente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Palermo. Profesor de la
Facultad de Arquitectura en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Co-Director de
ConTécnicos SRL, empresa dedicada a la capacitación en temas de arquitectura y construcción
( www.contecnicos.com.ar ).
Gustavo Di costa [dicarq@yahoo.com.ar]