MEMORIAS DE UN EX DIRECTOR DE OBRAS
Separaciones con el vecino
La primera cosa que debe hacer un director de obra cuando entra al futuro terreno de emplazamiento será cotejar las medidas y ángulos que figuran en la escritura con la realidad. Quizá pueda haber faltantes o excedentes. Si se encomienda esta tarea a un agrimensor mucho mejor.
La segunda cosa es el tema que ocupa esta nota.
Deberá fotografiar y hacer un croquis a mano alzada de los supuestos tres linderos.
Pueden aparecer muros, árboles, arbustos o nada que los separe. El muro puede ser privativo cuando está construido enteramente en terreno del vecino; encaballado cuando está construido sobre el eje divisorio; o medianero cuando es un condominio.
Cuando el muro fué abonado por los dos vecinos se conforma el condominio.
Si lo ejemplificamos con un auto no es que la mitad derecha es mía y la mitad izquierda del vecino sino que todo el auto tiene dos dueños.
Los temas emergentes de esta situación son temas privativos de abogados, agrimensores y contadores.
También puede haber tapias, que son muros por lo general bajos, de poco espesor y que no resisten ninguna carga.
Todos estos antecedentes son de vital importancia, por si algún día hay alguna disputa con el vecino.
La gigantesca cantidad de jurisprudencia que hay sobre estos litigios, merecen extremar los recaudos para estos croquis y fotos preliminares.
Arq. Daniel Roberto Carmuega
