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La devaluación del Yuan, moneda china – Jorge Lentini

La devaluación del yuan, moneda china. 16/09/23

El 18/8/23 escribí en Dolmen un artículo titulado “Crisis de impacto Global en China” y allí me referí a las impredecibles consecuencias de dicha crisis en China y en el mundo. En homenaje a la brevedad a dicha nota me remito. Ahora 6/9/23, a menos de un mes de dicha nota, las noticias internacionales (Wall Street Journal, Financial Times, The Guardian y otros prestigiosos medios de comunicación en el mundo) anuncian que China provocó un derrumbe de los mercados en todo el planeta como consecuencia de la devaluación de su moneda, el yuan, que quedó en su menor nivel desde 2007 (!). Por lo tanto, el viento de cola que traía hasta aquí la pujante economía china, se ha transformado en viento de frente, con lo que ello conlleva. Como consecuencia inmediata, cayeron todos los índices de las bolsas del mundo occidental. Tal decisión afecta las reservas del BCRA que tiene nada más y nada menos que cerca de un 50% de sus reservas en dicha moneda. Por lo que, a la ya crítica situación que estamos viviendo, debemos agregarle que tenemos menos reservas medidas en dólares estadounidenses a las que ayer mismo teníamos. Esta crisis de la moneda China afectó hoy a los bonos de deuda argentinos. El bono de EE.UU. a 10 años subió su rendimiento 2,28 puntos a 4,27% por lo que se encendieron todas las alarmas, a nivel local y a nivel internacional. A nivel local, sufrirá las consecuencias de esta devaluación de la moneda china en el intercambio comercial entre ambos países, teniendo en cuenta que el gigante asiático para recomponer su economía deberá comprar menos  de lo que lo ha hecho hasta ahora, por lo que la balanza comercial entre ambos países se verá afectada. A nivel internacional, China pierde competitividad frente a los EE.UU a nivel comercial y ello la aleja aún más de su deseo de desplazar a los EE.UU. de su actual supremacía en el comercio internacional.

Además, retrasará los intentos de alcanzar una supremacía militar que hoy por hoy no existe. O sea la desaceleración de la economía china a consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo de su moneda, de no frenar a tiempo dicha caída, lo que hoy nadie puede asegurar que ello sucederá en breve tiempo,  supone una menor influencia de este país y desaceleración de procesos de integraciones regionales que compitan en el mercado internacional (BRICS) y supone también una inversión menor en la industria militar industrial que impactará de lleno en su competencia con los EE.UU. En mi opinión, si bien es cierto que por los últimos datos publicados a la fecha era de prever un escenario como el que finalmente hoy conocemos, no es menos cierto que si los chinos ven escaparse la posibilidad de llegar a la “pole position” en el escenario mundial y si tenemos en cuenta el pedido de hace menos de un año de Xin Jing Pin a que sus fuerzas armadas se preparen para la guerra, es para preocuparnos por el futuro inmediato y mediato que empezaremos a vivir. Basta con analizar detenidamente las causas que llevaron en el siglo XX a dos guerras mundiales, y las consecuencias que de ellas se derivaron, para ver que el hombre no ha aprendido nada de sus propios errores. China entra ahora en un proceso de desaceleración de su economía y ello impactará de lleno no solo en la industria de la construcción, motor de su economía,  sino también en el mercado de real state. En cuanto a la industria de la construcción en Argentina, dicha crisis no tiene impacto, porque las propiedades se compran y se venden en dólares y los precios de los materiales e insumos son, a hoy, en pesos y ajustables por nuestra propia inflación. En cambio la industria de la construcción en China, recibirá de lleno el impacto de la devaluación y a los edificios en construcción como así también a los altísimos stocks de unidades terminadas sin vender como así también en otros países de Asia que se proveen en China de  los prefabricados chinos tan utilizados para construir viviendas rápidamente, se verá muy afectada, por la caída de la demanda global. A eso hay que sumar el aumento del desempleo en la construcción, que serán de difícil absorción por industrias de mano de obra más calificadas. Sin duda alguna es una mala noticia para nuestro país que en el mediano y largo plazo, una economía de semejante tamaño entre en una recesión por ahora controlada. Como diría mi abuelita, como erámos pocos parió la burra.

JORGE LENTINI         

Mail: jllentini@yahoo.com.ar

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