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Los pavimentos de Adoquines – Artículo: 023

AUTOR: Dr. Ing. Julián Rivera
Doctor en Ingeniería de Materiales UTN
Magister en Transporte y Logística UTN
Ingeniero Civil UTN
Director LEMaC

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jjulianrivera@hotmail.com.ar

En artículos anteriores de esta sección hemos abordado algunos conceptos básicos relacionados con los pavimentos de granitullo (mampuestos de piedra de entre 7 a 10 cm por lado) y con los pavimentos articulados (con mampuestos de hormigón con cierta tipología predominante en cuanto al uso vial); para más información remitirse a los Artículos 021 y 022.

Ambas tipologías suelen mencionarse coloquialmente como de “pavimento de adoquines”. Pero, técnicamente hablando, o al menos para algunos autores, en rigor la denominación de pavimento de adoquín (así, sin más) pertenecería a una tercera tipología [1], motivo de abordaje en el presente artículo.

Efectivamente, los adoquines son mampuestos de piedra, con dimensiones en planta de 20 cm por 15 cm y espesores diversos, que al ser cortados a mano llevaban el nombre de “adoquín especial” con sus 6 caras correctamente cortadas, desiguales de a pares y achatado [2]. Decimos “llevaban” pues en el país no existe una producción importante de los mismos desde la década del 30´del siglo XX [1].

Muchas veces, sobre todo en la actualidad, estos adoquines han sido elaborados con un volumen perfectamente prismático, por una simplicidad de corte o de moldeo cuando son del tipo artificial. Esto lleva a que al ser colocados con el “trabado normal” (es decir, con hiladas rectas trabadas, Figura 1) y con pendientes transversales rectas (Figura 3, arriba), solo trabajen por fricción entre sus caras, ya sea directa o indirecta (por ejemplo, mediante el uso de arena de sellado).

Figura 1. Colocación con trabado normal

Esta pobre previsión estructural, puede llevar a que en el corto plazo se generen deformaciones que llevan a un bajo nivel de transitabilidad (Figura 2).

Figura 2. Deformación prematura por adoquines perfectamente prismáticos

En cambio, sobre todo cuando nos alejamos más en el tiempo, los adoquines especiales de piedra se realizaban con sus caras menores levemente convergentes desde su cara superior de modo tal de poder generar en su colocación un perfil abovedado (Figura 3, debajo), al estilo de las dovelas de un arco [3] pero con perfil mucho más achatado.

Figura 3. Perfil transversal recto o abovedado

Esta es probable sea una de las causas fundamentales por las cuales pavimentos nuevos realizados con esta técnica lleven en el corto plazo a deformaciones significativas y, en cambio, pavimentos antiguos, aunque un poco incomodos para transitar, muestren perfiles que se parecen bastante a los iniciales. Es decir, están deformados, pero no tanto como se podría esperar en pavimentos que llevan en ocasiones más de 100 años de colocación (Figura 4).

Figura 4. Pavimento de adoquines centenario en Diagonal 77 de La Plata. Fuente: Google Maps

Nuevamente, el propósito de este artículo no es cargar las tintas sobre un producto o una aplicación en particular, sino mostrar como simples recaudos, basados en un conocimiento de base asociado, pueden llevar con costos similares a vidas útiles mayores. Este es un objetivo principal de la ingeniería de pavimentos, que no debería ser perdido de vista.

Nos seguimos leyendo.

Referencias

[1] Rivera, J. (2018). Fortalecimiento institucional de municipios en el área vial y empleo de residuos industriales en obras viales. 2° Encuentro de Centros Propios y Asociados CIC.

(https://www.researchgate.net/publication/366275013_Fortalecimiento_institucional_de_municipios_en_el_area_vial_y_empleo_de_residuos_industriales_en_obras_viales)

[2] Nario, H. (1997). Los picapedreros (Vol. 2). Ediciones del Manantial.

[3] Glezmayo, A. (2023). Elarquitectodeinsta.

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