Nuestro incierto futuro – 25/10/2023.
JORGE LENTINI
Las elecciones generales ya pasaron y por los resultados obtenidos tendremos el domingo 19 que elegir finalmente al próximo presidente de la Nación para el período 2023 – 2027. Llegaron al ballotage, de las posibles combinaciones entre los más votados, un candidato que representa y forma parte del actual gobierno y otro candidato que hasta las PASO nadie tenía en cuenta entre los posibles presidenciales. Uno representa al espacio político que tiene su base electoral en los sectores más postergados de la sociedad y el otro a los sectores de clase media y alta. Por lo que, está claramente a la vista que va a ser una elección entre dos modelos totalmente diferentes de país. Uno de ellos es el hoy ministro de economía de la Nación que persistirá en líneas generales con su gestión actual y el otro insistirá con un cambio radical. Como escribo en Dolmen sobre Economía, centraré mi análisis en ese tema específico. En la década del 90 tuve oportunidad de escuchar personalmente un discurso en el parlamento español del primer ministro en funciones Felipe González. El Parlamento estaba conformado por la izquierda del PSOE y la derecha del PP. Fue entonces cuando escuché a un estadista decir “… que NO hay políticas de izquierda o de derecha, SOLO hay buenas políticas …”. Si trasladamos esas definiciones a nuestra realidad actual, ¿cuáles serían las buenas políticas que uno u otro deberían seguir? Eliminación del déficit fiscal crónico que padecemos desde mitad del siglo XX, lograr que los presupuestos gemelos no sean deficitarios, o sea ganar más de lo que se gasta y vender más de lo que se compra, bajar la inflación a valores razonables como la que tienen nuestros vecinos y tener estabilidad en la moneda, un tipo de cambio competitivo para nuestras exportaciones y un marco jurídico que respete a rajatabla la inversión privada, que es la que generará la caída de la pobreza en sentido amplio. Ahora, llegaremos a la elección sin saber a ciencia cierta que hará uno u otro, porque lo que tenemos son solo enunciados de uno y otro, que en mi criterio no despejan las dudas. Y doy un ejemplo concreto de ello. En los dos debates previos a la elección general, había un tema, entre otros, que eran los derechos humanos. NINGUN candidato habló de la pobreza, cuando la misma ya supera el 40% y afecta de manera decisiva a los más postergados. NINGUNO les habló a esas personas desesperanzadas ni tampoco le ofreció mejoras en su calidad de vida, a la que tienen todo el derecho a tener. Por lo que, gane quien gane el ballotage, los derechos humanos de los humildes seguirán siendo inciertos y en ese marco ambos candidatos le pedirán su voto previamente solo en base a dichos o promesas y una vez más, esa masa de gente humilde o carenciada, deberá esperar un milagro para que se generen políticas de estado que los ayude a mejorar su calidad de vida mediante el trabajo y NO mediante subsidios esclavizantes. Por ello, ambos candidatos deberían seguir las profundas palabras de humanismo que Felipe González pronunció en ese discurso al que antes hice referencia. Los argentinos lo merecemos.
Política Habitacional. ¿Cambiamos o más de lo mismo?
En el año 2003, siendo secretario en la Universidad Tecnológica Nacional- Facultad Regional Avellaneda y en base a mi experiencia en la década del 90 en un Think tank de un banco mayorista europeo, inicié un largo peregrinaje hasta hoy, con un proyecto sobre Educación + Pobreza + Empleo + Viviendas, financiado en el sector privado de cada municipio y para las personas humildes y/o carenciadas que habitan en el INTERIOR de nuestro país, con exclusión de los conurbanos de las grandes ciudades. A mi entender, a lo largo del relato, veremos porqué el Estado Nacional NO apoyó el proyecto. Entonces, en 2003, por la buena relación existente entre el Gobierno Nacional y la Universidad, intentamos interesarlos y les explicamos el proyecto financiado en bonos de deuda en default, en manos de acreedores de Argentina en el exterior. Hice dos viajes a Italia, el primero en 2004 para contactar a inversores en la Banca delle Marche, en Ancona y Macceratta y un segundo viaje a Roma, en enero de 2010 para una reunión con senadores, banqueros italianos, suizos e inversores individuales en el Senado de Roma. En el primer viaje obtuve inicialmente el consentimiento de inversores privados por u$s 16 millones y en el segundo viaje el consentimiento inicial fue por u$s 100 millones. O sea, se había logrado transformar U$s 116 millones de deuda en u$s 116 millones en capital productivo para el desarrollo de la industria de la construcción de viviendas para personas asalariadas hasta personas humildes en nuestro país. Tuvimos reuniones con autoridades nacionales de máximo nivel de entonces y el resultado fue negativo. En 2009 la UTN-FRA celebró un convenio con la Fundación Grameen (Aldeas) Argentina para estructurar conjuntamente ese proyecto ya formulado a finales de la década del 90. La Fundación es la representante del Grameen Bank of Bangladesh y del Prof. Dr. Muhammad Yunus quienes, en 2006, recibieron sendos Premio Nobel por sus compromisos en la erradicación de la pobreza, en sentido amplio, en Bangladesh. Volvimos a contactar a las autoridades nacionales de entonces y otra vez rechazaron nuestra propuesta. Seguimos insistiendo a nivel internacional y logramos el apoyo: a) de la UNGSA, la secretaria para el Desarrollo, Adjunta al secretario general de Naciones Unidas a cargo de la Reina Máxima de los Países Bajos, en New York y b) la Bill & Melinda Gates Foundation and Warren Buffet con sede en Seattle, Washington. Pero llegó el Covid y se privilegió lo urgente a lo necesario y ambas presentaciones quedaron en stand-by. Ahora cabe preguntarse cómo es posible que, con estos antecedentes, primero el gobierno que se extendió desde el 2003 hasta el 2015 y ahora el de 2019/2023, rechazaran durante 20 años, varias propuestas para generar trabajo y viviendas para los que la necesitan? Y la respuesta es simple: nuestras propuestas de desarrollo de esos proyectos son mediante la financiación en el sector privado nacional e internacional. Ello ERA CONTRARIO a sus intereses políticos tanto a través de la secretaria de Hábitat y Vivienda de la Nación. Como de los Institutos Provinciales de la Vivienda (IPV), los que se financian en el sector público conforme a un direccionamiento específico y concreto de las inversiones que hace la política oficial en acople con la Comisión Nacional de la Vivienda desde hace 28 años ininterrumpidamente. Por eso el déficit de viviendas es en la actualidad de 3.500.000 unidades y crece a razón del 100.000 anuales. Por lo expuesto, estamos frente a un dilema en el marco de las elecciones en el ballotage. O seguimos con la política actual en el área de vivienda y de pobreza en sentido amplio o cambiamos de una vez por todas. Es responsabilidad de cada ciudadano analizar su voto con la razón y no con el corazón. Cierro con palabras del genial Albert Einstein: “… si siempre haces lo mismo, NO esperes un resultado diferente” ….
JORGE LENTINI
Ex Secretario de Proyectos Especiales de la UTN/FRA
Ex Director de Grameen Hábitat Argentina
E-mail: jllentini@yahoo.com.ar