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Una Consciente Administración de Obra


La crítica constructiva:

UNA CONSCIENTE ADMINISTRACIÓN DE LA OBRA

Por Gustavo Di Costa

Durante la construcción de un emprendimiento, la mano de obra y sus equipos accionarán sobre los materiales y compuestos para obtener las partes, y finalmente, la obra. Aquí se desarrollará la calidad hasta llegar al resultado final. Se trata de un complejo y completo proceso de crecimiento que se deberá administrar adecuadamente.

La intervención del hombre cobra aquí una verdadera dimensión. Sin una moral alta y motivación adecuada, sin una conveniente comunicación de los objetivos y de la calidad a través de toda la obra, con fuerte apoyo de la más alta dirección, los métodos más técnicos para el control del producto brindarán escasos resultados positivos. Aquí la Industria de la Construcción tiene algunas ventajas sobre la fabril. Siendo la obra de avance mucho más lento y visible que las pequeñas piezas de las otras fabricaciones, es posible detectar fallas y controlar desvíos a tiempo, antes de que se produzcan graves desperdicios y numerosos productos defectuosos. Muchas son las causas que pueden atentar contra las metas de calidad trazadas, ya en cierta forma esbozadas en notas e informes anteriores. Por caso nunca está de más reiterar:

a) Puede existir un inadecuado uso de los equipos disponibles o del mantenimiento de sus condiciones y capacidades de trabajo.

b) Es factible que se hayan producido fallas en la aplicación de los controles anteriores.

c) Pueden ser imperfectas las especificaciones técnicas o los datos desarrollados en el proyecto.

d) No es difícil que la falla consista en una falta de motivación y comprensión del concepto de calidad entre el personal Interviniente en la obra.

e) No suelen ser ajenas las fallas de la inspección y de los autocontroles.

f) Puede faltar el apoyo y colaboración de la dirección, perdiendo fuerza todo el sistema de control.

Las mencionadas circunstancias constituyen aspectos que deberán merecer una máxima atención a través del control del proceso y obra, que puede definirse como el seguimiento normal de la obra en el origen y durante su construcción, incluyendo el período de uso en los plazos de garantía, de tal manera que todo desvío de su calidad con respecto a las especificaciones, sea corregible antes de que se produzcan desperdicios graves y se pueda conservar la obra en buen servicio durante su utilización.

Aún cuando sean enumerables las normas de carácter general, los procedimientos de control de esta fase deberán adaptarse a cada situación en particular y a sus etapas constructivas. No debemos apartarnos del objetivo que implica un procedimiento de control de la producción, el cual radica en lograr una meta definida de calidad y mantenimiento, siendo las técnicas particulares que empleen para producir dichos resultados, medios conducentes al fin propuesto y no el fin en sí mismo.

En la obra, un hombre clave para el éxito del control es el Capataz y/o jefe de equipo. Todos los procedimientos se afianzan a su alrededor y en los obreros, a quienes tiene que supervisar, puesto que es a través de ellos que las actividades del control se realizarán. Sin embargo, las verificaciones realizadas por los Inspectores y la acción siempre vigilante y conductora del Jefe de obra, será la que coordine todos los controles, para que constituyan un verdadero sistema de calidad, coherente con los objetivos que se persiguen.

Los operarios de la obra que están generando las características de la calidad son los responsables de llevar a cabo todas las comprobaciones posibles, en una acción de autocontrol, básica para todo el sistema. Las medidas que cada operario verifica con los estándares y tolerancias que se le indiquen, constituye el control de calidad más efectivo y económico. Pero todo tiene que armonizar. Para ello hace falta una planificación completa del control, y, de esta forma, lo que constate un obrero será compatible con aquello que hace otro.

A través del proyecto, el profesional define y determina la calidad, características y categoría que desea para la obra. Allí se especificarán los estándares y tolerancias, los controles a efectuar para la adquisición de materiales, para la selección y uso de los equipos, para la mano de obra, e incluso de ser posible, los métodos constructivos aconsejables para lograr a través de ellos las metas de calidad buscadas, en un todo compatible con los costos admisibles. Será responsabilidad directa del profesional a cargo de la conducción de la obra y del Director de la misma, asegurarse del cumplimiento del plan de control de calidad en esta etapa.

Por Gustavo Di Costa (*)

(*) Arquitecto. Docente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Palermo. Profesor de la Facultad de Arquitectura en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Co-Director de ConTécnicos SRL, empresa dedicada a la capacitación en temas de arquitectura y construcción (www.contecnicos.com.ar).

Gustavo di costa [dicarq@yahoo.com.ar]

 

 

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