PortadaViviendas Inauditas

Viviendas Inauditas 2

2. VIVIENDAS PALAFÍTICAS.

La primera razón de la existencia de estas viviendas, subidas sobre palos, por lo menos 5000 años antes de la era cristiana, no era alejarse de las inundaciones sino defenderse de los animales salvajes.

Así en algunos lugares de Europa central llamadas palafíticas pero están sobreelevadas sobre pilas de piedra.

Obviamente la segunda razón y de ahí viene su nombre es defenderse de las inundaciones.

Y hay una tercera razón que aparece en los libros de historia que es construir un espacio de ventilación entre la casa y la tierra caliente en zonas muy cálidas.

Nosotros en nuestra recopilación vamos a tratar de ordenar este tema tomando como idea principal la segunda, o sea la defensa de las inundaciones.

En nuestra recopilación periodística extrajimos la información  que hemos considerada más relevante.

 Leer mucho, fijar prioridades, descartar  y editar en un orden preciso.

Repetimos con voz ajena:

Existe evidencia arqueológica que en la Europa prehistórica se utilizó la construcción con palafitos en áreas alpinas y en zonas de lo que hoy es FranciaEsloveniaEscociaLituania y Letonia generalmente alrededor de lagos o humedales. Entre las posibles razones para la construcción de palafitos se cree que servían contra predadores y vecinos hostiles.

En Europa se han encontrado construcciones del Neolítico que llegaban a cubrir hasta media hectárea. Durante el Neolítico, la Edad del Cobre y la Edad del Bronce, los asentamientos de palafitos eran comunes en las regiones Alpina y Pianura Padana ([[Cultura de las Terramaras]).2​ Se han encontrado restos, entre otros, en las marismas de Liubliana en Eslovenia y en los lagos Mondsee y Attersee en la Alta Austria. Los primeros arqueólogos que lo estudiaron, como Ferdinand Keller, pensaban que formaban islas artificiales, muy parecidas a los crannogs irlandeses y escoceses, pero hoy parece claro que la mayoría de los asentamientos estaban ubicados a orillas de los lagos y solo se inundaron posteriormente.3​ Casas reconstruidas sobre pilotes pueden contemplarse en museos al aire libre como en el Museo de palafitos de Unteruhldingen o en Zúrich (Pfahlbauland).

En junio de 2011, los palafitos prehistóricos de seis estados alpinos (Sitios palafíticos prehistóricos de los Alpes) fueron designados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCOHeródoto describió en sus Historias las viviendas de los ‘habitantes del lago’ en Peonia y cómo fueron construidas.4

En los Alpes, edificaciones similares, conocidos como raccards, parecidos a los hórreos de España, todavía son utilizados como graneros. En Inglaterra, también estos graneros se colocan sobre piedras tipo muela, sobre pilotes, para evitar que los ratones y las ratas lleguen al grano. En Italia hay varios asentamientos de palafitos, por ejemplo el de la Rocca de Manerba del Garda (Lombardía).

Reconstrucción de palafitos en el museo arqueológico al aire libre Museo de palafitos de Unteruhldingen en Alemania

PAÍSES EN LOS QUE SE CONSTRUYEN

Argentina

Si bien miles de casas, comercios, escuelas y edificios públicos del delta del río Paraná están construidos sobre pilotis, ya que el delta se inunda habitualmente durante las repetidas crecidas de los ríos, dichas construcciones típicas no son palafito por no estar sobre las aguas. Si pueden ser considerados dentro de este grupo los muelles y embarcaderos del delta.

Benín

La ciudad lacustre de Ganvié, en BenínÁfrica, cuenta todavía con miles de palafitos, hogar de pescadores que habitan el lago. Esta impresionante ciudad lacustre fue fundada por personas de diferentes etnias que huían del comercio de esclavos y que usaban el agua como barrera de seguridad. Los palafitos están construidos con bambú y otras maderas.

Belice

Los palafitos pintados de llamativos colores son la arquitectura típica de este país caribeño. Como los huracanes inundan con frecuencia su territorio y algunas de sus ciudades fueron construidas sobre pantanos, los beliceños ricos y pobres suelen vivir en este tipo de casas.

Birmania

En el Lago Inle viven más de cien mil personas [1]. Gracias a los recursos del lago y a su explotación, esta región lacustre es la zona más rica de Birmania.

En el municipio de Sitionuevo en el Departamento del Magdalena el corregimiento de Nueva Venecia está conformado básicamente por palafitos sobre la Ciénaga Grande de Santa Marta ocupando un sector por cerca de 200 años. Si bien estos palafitos corresponden a los de más alta recordación. En varias de las riberas del país se encuentran pequeñas poblaciones que utilizan palafitos, principalmente en los departamentos de ChocóNariño y Amazonas.

Este tipo de construcción se comenzó a hacer en los pueblos de Chiloé a fines del s. XIX, cuando comenzaron a arribar campesinos que no tenían otro espacio para construir. Castro, la capital de la provincia de Chiloé, tiene palafitos en sus entradas norte y sur. Sus pilotes están hechos de madera de luma y sus paredes son de colores muy vivos. Sin embargo, sus habitantes pasan por problemas de salud a causa de la contaminación del agua y la falta de alcantarillado y además no tienen títulos de propiedad pues, según la legislación chilena las playas son fiscales y ningún particular puede ser dueño de terrenos que se hallen por debajo de la línea de las mareas más altas. A pesar de esto, se han realizado compraventas de las viviendas.

Dos célebres palafitos llamados en gascón «cabañas sobre zancos» (cabanes tchanquées) son símbolos de la laguna francesa de Arcachón. Fueron construidos en el siglo XIX como casetas de vigilancia para impedir la colecta ilícita de ostras. Su belleza ha contribuido a preservarlos.

En el Perú los palafitos se encuentran en la selva. Son viviendas sobre el agua, ahí hay comercio, transporte en botes de un punto a otro. Un lugar característico es el Barrio de BelénIquitos. El barrio extenso también es llamado la «Venecia Amazónica».

Los palafitos se inspiran de la arquitectura vegetal de los bordes de agua, donde los manglares no se sostienen sobre un tronco único. En la foto, Lagunas de Chacahua, México.

Venezuela

El 24 de agosto de 1499Alonso de Ojeda descubrió el Lago de Maracaibo, junto con Juan de la Cosa y Américo Vespucio. Los indígenas vivían en palafitos y se trasladaban de un sitio a otro sobre pequeños puentes de madera y canoas, le recordaron a Venecia e inspiraron el nombre del Golfo de Venezuela (pequeña Venecia), que luego se extendería a todo el país. En Venezuela son también típicos en el poblado de Santa Rosa de Agua, al norte en la Laguna de Sinamaica, y en los poblados warao del Delta Amacuro, en el delta del río Orinoco.

Otras regiones

Más allá de su construcción tradicional o ampliamente difundida en los países mencionados, los palafitos son un recurso arquitectónico contemporáneo presente en zonas lacustres, fluviales y marítimas de todos los continentes, especialmente en el continente asiático y en América del Sur; Aunque también los podemos encontrar en Zonas Caribeñas de países como Honduras, Costa rica y Panamá, en este último país la zona más relevante es la Provincia de Bocas del toro Muy visitada por sus colorida arquitecturas y construcciones sobre el Mar cristalino

 

Palafito en Belice con niños y palapa.

Palafitos en Nueva Venecia Colombia.

Palafitos en CastroChile.

«Cabañas sobre zancos», Laguna de Arcachon, Francia.

Palafitos del lago de Maracaibo.

 

GANVIE.
La Venecia africana

Volvemos a repetir una pequeña admirable nota de la periodista española María Zabalegui:

En el Africa más desconocida aún es posible encontrar pequeñas joyas, como los poblados de palafitos que surgen de las aguas del lago Nokué, al sur de la actual República de Benín. Envueltos en historias de persecuciones y creencias religiosas, entre estos pueblos acuáticos destaca el legendario Ganvié

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Cuentan las crónicas que en los primeros años del siglo XVIII las tribus fon del reino de Abomey, situado en las costas africanas del Golfo de Guinea, comenzaron a perseguir a otros pueblos por culpa del hambre. Este hostigamiento, auténtica razia esclavista, convirtió a los tofuni, una etnia poco belicosa, en una tribu errante en busca de la paz.

Tras numerosos avatares, los tofuni, guiados por el jefe Agbogboe, encontraron la seguridad en las aguas del lago Nokué gracias a las creencias religiosas de sus perseguidores, que les prohibían entrar en el agua. Así surgieron los poblados lacustres y la leyenda de la tribu que aprendió a vivir sobre las aguas. Hoy, doscientos años después, aquel pueblo sigue teniendo su hogar en las 26.000 hectáreas de este lago, aunque las tierras que bañan ya no rieguen ningún reino con reminiscencias históricas llamado Abomey, sino la República de Benín. Tampoco existen ya belicosos guerreros de los que huir.

Un miembro de nuestro equipo quiere agregar que hay evidencias históricas que demuestran que estas viviendas sobreelevadas  tienen un mínimo de 12000 años y una clara razón de existir: la defensa de animales salvajes o alimañas venenosas.

«Venecia Amazónica».

Abomey, República de Benín

Equipo de trabajo Dolmen.

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