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Los Cazadores de la Persiana Perdida

LOS CAZADORES DE LA PERSIANA PERDIDA

No sólo de Black-Out debería vivir el hombre

Por Gustavo Di Costa

-¿Viste que los nuevos edificios ya no tienen persianas…?

El señor de unos cincuenta años sentado a la mesa de un bar del barrio de Belgrano no esperó respuesta alguna de su acompañante y acometió: -“Yo no sé que corno tienen en la cabeza estos arquitectos modernos. Mirá, estoy visitando departamentos porque queremos mudarnos y vos vieras, ninguno tiene persiana, ni cortina de enrollar ni nada, puro vidrio. Así que vos tenés que contratar una empresa que coloque cortinas o bien comprar unas de tela porque sino el sol te parte al medio” (SIC).

Tan real como mundana, la charla refleja una verdad absoluta, legitimada por la mirada de un “comitente”. De las fachadas ha desaparecido el elemento de oscurecimiento. Parece que las persianas han sido declaradas “no gratas” por la mayoría de los diseñadores. Ya sean viviendas de mayor o menor presupuesto, lo cierto es que cualquier sistema que proteja visual, acústica y térmicamente la piel o envolvente de una obra rara vez se puede ver resuelta con óptimos recursos.

Algunos colegas atribuyen dicha ausencia a los mayores costos que los trabajos de construcción en seco o yesería demandan para “ocultar el cajón del taparrollo”. Bien, a esa lógica podemos responderle que precisamente para ello se diseña un detalle constructivo que optimice costos y rendimientos. De hecho, la desaparición de las persianas y taparrollos tiene su correlato en las universidades que dictan la carrera de Arquitectura: en muy pocas puede encontrarse como tema de estudio. Casi ninguna cátedra considera a las cortinas de enrollar como tema de análisis dentro de un detalle debidamente especificado, ya que un taparrollos mal resuelto muestra un notable impacto en las infiltraciones de aire que alteran el balance térmico del ambiente. Ni hablar de los mosquiteros, elementos imprescindibles en la vivienda country, los cuales deben ser colocados por los comitentes “porque el arquitecto no lo consideró en su diseño…”

Existe la posibilidad de que ya transitando el siglo XXI un arquitecto piense que una puerta con “banderola”, unas buenas persianas (tipo celosía) o una cortina de enrollar se encuentren superadas como tecnologías de oscurecimiento y protección de Febo (que indefectiblemente asoma). Es allí cuando pregunto cuáles son entonces los elementos de diseño (ojo, de diseño, pensado por el arquitecto, no una cortina de “quita y pon”) que hoy hace las veces de renovado artilugio. Nunca recibo una respuesta satisfactoria.

Entonces, el balance térmico de un local dará malos resultados, lo mismo que el coeficiente de transmitancia térmica “K”, imprescindible para el cumplimiento de la Ley 13.059 de Acondicionamiento Térmico de las Construcciones, de cumplimiento obligatorio (por ahora, solo por ahora) en la provincia de Buenos Aires.

Gastón Bachelard en “La poética del espacio”, texto de 1957, sentencia: “…la casa es nuestro rincón del mundo. Es -se ha dicho con frecuencia- nuestro primer universo. Es realmente un cosmos… En verdad, dentro de la historia de la arquitectura, la vivienda despierta un objeto de deseo, posesión, lucimiento y, en algunos casos, padecimiento de diferentes grupos etarios. Ha sido -y continúa siendo- un espacio creado por el hombre como respuesta a la más radical de las necesidades humanas: cobijo o protección del entorno natural”.

No estaría mal ser original y volver al origen, máxime cuando en la actualidad la tecnología nos provee marcos cajón, diseños de óptima calidad para persianas, domótica que puede accionar mecanismos de oscurecimientos estéticos y accesibles, etcétera, etcétera.

No sólo de black out debería vivir el hombre

Por Gustavo Di Costa (*)

 (*) Arquitecto. Docente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Palermo. Profesor de la Facultad de Arquitectura en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Co-Director de ConTécnicos SRL, empresa dedicada a la capacitación en temas de arquitectura y construcción (www.contecnicos.com.ar)    Gustavo dicosta[dicarq@yahoo.com.ar]

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