Milei y Macri: para construir m2 o coaliciones siempre hay que calcular Costos
Los Costos para la construcción de una coalición. ¿Milei y Macri, pueden gobernar juntos?
Los costos de construcción de una vivienda, y del metro cuadrado, son pasibles de ser calculados con las herramientas y el conocimiento adecuado (esa información, por ejemplo, es la que se puede encontrar en esta misma web (https://dolmen.com.ar/costo-m2-semanal-de-la-construccion-4-de-marzo-de-2024-4-modelos/). Ahora bien en política, como bien sabemos bien quienes investigamos y trabajamos en Ciencias Sociales, 2 + 2 no siempre da 4…
El fracaso –abrupto- de las negociaciones que tuvieron lugar en un extenso y caluroso enero en torno a la Ley Ómnibus, hasta su accidentada vuelta a Comisión, produjo una disyuntiva para el Presidente Javier Milei. Las alternativas principales que se le plantearon, habiendo apenas transitado 60 días de su Gobierno, eran dos: 1) fuga hacia adelante, con medidas unilaterales (principalmente vía decretos) o 2) ampliar su base de apoyo legislativo entregando espacios en el Ejecutivo (coalición).
¿Qué camino sigue el Presidente Milei? Veamos que sabemos hasta ahora. El camino 1 para gobernar por decreto parece tentador y, de hecho, en sus declaraciones inmediatamente posteriores a la caída de la Ley, el Presidente dejó en claro que había instruido a su equipo técnico para la redacción de nuevos decretos. Pero también debe considerarse que los decretos enfrentan varias limitaciones. Por un lado, se enfrentan a una limitación Constitucional, esto se debe a que no todas las materias pueden ser pasibles de ser abordadas mediante decretos (temas electorales, impositivos, etc.). Y, por otro lado, debe considerarse la conformación de las Comisiones de seguimiento de los DNU de ambas Cámaras del Congreso, dado que no controlar al menos una de ellas, puede derivar en que se los haga caer.
El camino 1 fue, en parte, el que siguió Carlos Menem durante su Presidencia, sin embargo, a diferencia del Presidente Milei, él si contaba con el apoyo de un partido mayoritario (el PJ) y con una presencia relevante en ambas Cámaras del Congreso durante casi todos sus dos mandatos presidenciales. Milei, en cambio, cuenta con alrededor de un 10% de los legisladores de ambas Cámaras (37 de los 257 Diputados y 7 de los 72 Senadores). Con las cifras actuales, Milei carece de lo que se suele denominar como “escudo legislativo”, el porcentaje mínimo en cada Cámara (o al menos en un de ellas) para evitar un juicio político (al menos un tercio de las bancas).
El camino 2, la construcción de una coalición, implicaría para Milei costos y potenciales beneficios. Por un lado, debería justificar ante su electorado la necesidad de pactar con parte de “la casta” que prometió encarnizadamente enfrentar durante su campaña electoral. Esto, para ser honestos, es algo que la ciudadanía votante del libertario pareciera estar dispuesta a digerir, no olvidemos los memes del leoncito abrazado al pato (por la entonces candidata Presidencial Patricia Bullrich) que el propio Presidente Milei se encargó de viralizar desde sus redes sociales. Es más, algunos memes más sofisticados incluían un gatito (por referencia a Macri como parte del armado político que apoyaba al libertario para el balotaje).
Pero, volviendo a los Costos, como toda construcción (sea una vivienda, un edificio o una alianza política) una coalición tiene Costos. Las charlas y conversaciones que fluyen por estas horas, sumadas a las reuniones públicas para la foto que seguramente se darán pronto, implican negociación de lugares en el Gabinete y, también, de orientación de políticas públicas hacia preferencias del ex Presidente Macri y de su partido (el PRO). Milei, sobre todo a través de declaraciones de su Secretaria General de Presidencia, se ha mostrado reacio a abrir espacios a costa de recortar poder a sectores peronistas (neomenemistas) como Scioli, o bien, a costa de los espacios que van dejando aquellos funcionarios purgados por ser acusados de cómplices de gobernadores que tumbaron la ley (el caso de Giordano). Lo cierto es que, sean lugares de poder en el Ejecutivo o en el Congreso, la construcción de una coalición no prolifera si una de las partes entiende que debe tener todo por ganar y nada por ceder. Construir cuesta recursos, destruir es siempre más fácil y barato.
El PRO también enfrenta una disyuntiva, ingresar a formar parte de una coalición de gobierno puede implicar altos costos con algunas de sus propias facciones internas (como el larretismo). No olvidemos las fuertes declaraciones de Horacio Rodríguez Larreta en contra de Javier Milei en plena campaña electoral, postura de la cual se diferenciaron Patricia Bullrich y Mauricio Macri. Pero además de los costos internos, el PRO va a afrontar costos bastante irremontables con la UCR, la Coalición Cívica y con liderazgos provenientes del peronismo federal con los cuales había logrado entendimientos (como Miguel Pichetto o Emilio Monzó).
La construcción de una coalición entre La Libertad Avanza (LLA) y PRO es factible pero difícil. No es una coalición mayoritaria ni ganadora segura en las legislativas de 2025, apenas puede ayudar a blindar con escudo legislativo (o al menos acercar al Presidente a tenerlo) pero no mucho más que eso y la dimensión simbólica del apoyo de un partido nacional como el PRO a uno que recién está dando sus primeros pasos como LLA. Horas de decisiones y tiempos difíciles esperan, y no olvidemos algo: ¡apenas pasaron tres meses!
Dr. Facundo Gabriel Galvan
Doctor en Ciencias Políticas Profesor en UBA, UCA y USAL
Magister en Historia
Especialista en análisis de sistemas electorales y partidos políticos.